Su casco histórico o Barri Vell es uno de los más evocadores de Cataluña, contando con elementos monumentales únicos en Europa. Se encuentra delimitado en el este por el llamado Paseo de la Muralla, el camino de ronda de las antiguas murallas carolingias (s. IX) y del bajo medievo (s. XIV y XV). Entre sus monumentos destacan el Call, antiguo barrio judío, uno de los mejor conservados de España; así como las famosas y coloridas Casas del Oñar, construidas en la ribera de dicho río y muy cerca de la Catedral, de una grandiosa nave única, que es la más ancha del mundo en estilo gótico.
En 2016, la ciudad fue laureada con el Premio de Europa, una distinción otorgada anualmente por el Consejo de Europa, desde 1955, a aquellos municipios que hayan hecho notables esfuerzos para promover el ideal de la unidad europea. Fue la segunda ciudad española en obtener el galardón, después de Santiago de Compostela (1985).